¿Quién le dice que no a un viaje? Supongo que casi nadie y, después de años viajando, estoy convencida que el motivo más recurrente para no viajar es la lana.
A lo largo de estos años, en los que he puesto mis pies viajeros en casi los 32 estados de la República Mexicana, he aprendido que el
dinero debe ser solo una parte más del equipaje (no le quito importancia por
esto, pero si lo pongo en su justo lugar) y que no debemos estresarnos por
ello; si no más bien, aprender a lidiar con esto y hacer las cosas bien para no
resbalarnos en el camino y que un gran viaje se convierta en una pesadilla
Así, pues, te voy a decir lo que hago para evitarme sufrimientos monetarios antes, durante y después de
un viaje
1.- Cuando inició la planeación lo primero que hago es revisar mis finanzas; mi cochinito, mi
cartera y mis tarjetas de crédito, si las cuentas no me ajustan para el destino
que quiero, lo replanteo, la idea es viajar. Comprar de último minuto puede ser
emocionante pero ten pon seguro que pondrá en estado de estrés tu cartera,
sobre todo si es temporada alta.
2.- Comparar,
comparar y comparar: la verdad es que es la mejor manera de tomar
decisiones: comparar precios de los vuelos en diferentes aerolíneas, diferentes
horarios, diferentes días, comparar los boletos del camión en distintas
empresas, comparar diferentes hoteles….¡¡Compara!! Estamos hablando de dinero
así que tenemos que hacer las cosas bien; descarta las opciones que ponen en
peligro tu cartera y adapta tu plan de gastos de viaje.
3.- Paqueteo: Sí,
aunque no lo crean ¡¡PA-QUE-TEO!! He leído a otros viajeros decir que paqueteando
todo es más caro, pero créanme, no es así. Un paquete puede ahorrarte hasta un
30% de gastos de viaje: alimentos, tours, transporte, etc. Generalmente elijo
planes con desayuno bufete incluido porque suelo pasar todo el día paseando y
conociendo el destino; este tipo de paquetes generalmente incluyen el
transporte aeropuerto – hotel –aeropuerto; ahí me ahorro otra lana; y muchos de
ellos tienen precios especiales para parques o tours.
4.- Hago un check
list de lo que necesito para el destino: Traje de baño, bloqueador, zapatos
especiales para montaña o lo que sea; todo, todo lo llevo en mi maleta para evitar comprar
en el destino porque me saldrá dos o tres veces más caro; tampoco es bueno que
te vayas con 2 maletas y regreses con seis si vas a llevar algún recuerdo o
artesanía ten claro cuánto puedes gastar y no te aloques. Haz una lista de lo
que necesitas para ese destino y para las actividades que tendrás y revisa que
llevas todo lo necesario.
5.- Hago un
presupuesto (no es “luego lo vemos”) Tengo muy claro cuánto voy a gastar…
más bien, cuánto puedo gastar sin poner a mi cartera a llorar cuando vuelva.
Haz tu presupuesto real, sin engañarte y no te pases de tus límites.
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6.- "Llevo lo justo": Jamás hagas esto, y
cuando digo jamás es JAMÁS. Lo único que pasará es que estarás preocupado por
el dinero todo el tiempo y te perderás de la magia de viajar. Sé creativo:
comparte habitación, usa hostales, viaja en bola y comparte gastos, usa
Blablacar… en fin, hay mil maneras de disminuir ciertos gastos en un viaje y
disfrutarlo, es aquí donde toca aprender que el dinero es solo una parte más
del equipaje.
7.- Hago una ruta:
Esto les pasa a muchos, hacen dimes y diretes para llegar a un destino y ni siquiera se tomaron el tiempo de
investigar el destino y planear una ruta. Hacer una ruta implica saber exactamente a dónde quieres ir y cuanto
te costará, si no lo haces caminarás sin rumbo fijo y gastarás sin control
alguno… Ni siquiera servirá tu presupuesto de viaje.
9.- “Este lugar salió
en la peli”: este punto trata de salir de lo tradicional; visitamos
destinos famosos o del comercial o el de la “canción” y la gran mayoría de las
veces, lo que vemos en la tele, en los programas de “viajeros” es lo más caro
del destino. Noooo, un destino está más allá de lo que ves en las pantallas o
en los panfletos o en las pelis; abre tu mente, tus alternativas y verás como
cualquier destino es un “destino de película” sin costar tanto.
10.- Cero tarjetitis:
Bueno, queremos viajar pero no hay liquidez, pues fírmale…¡¡¡Noooo!! Úsala solo
para ciertos gastos como el hotel o el avión (que permiten compras por
internet) y hazlo SOLO después del corte de tu tarjeta.. Si no lo haces así,
créeme que no querrás ver tu estado de cuenta de ese mes.
11.- “Tengo que ir”:
Pues la verdad es que no. Esto, para un viajero empedernido, puede ser una de
las decisiones más difíciles de tomar: “No viajo”. Puedes estar en una
situación inestable o la verdad es que
no te alcanza ni reduciendo gastos porque tienes compromisos y viajar así sólo
hará que pierdas el control de tus finanzas. No fuerces las cosas, si no estás
en la mejor posición para viajar en ese momento; no las canceles, aplazalas y
aprovecha las temporadas bajas o un mejor momento económico. Viaja por tu ciudad, visita lugares que no conoces y verás como cada rincón de México tiene algo mágico que ofrecerte.
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