
Y es que sí, a mi México la muerte le sienta bien, se llena de naranja y amarillo; de olor a pan de muerto y el sabor de los más exquisitos platillos; porque acá en México a la muerte se le honra, se le respeta y algunos hasta “chupamos” con ella.
La costumbre de venerar a la muerte viene de muchos, muchos años antes de la llegada de los españoles: Existen registros de este tipo de celebraciones en etnias como la maya, mexica, purépecha y totonaca.
El festival que se convirtió en lo que hoy reconocemos como el Día de Muertos, se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, esto es más o menos a principios de agosto, y se celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la “Dama de la Muerte” (actualmente relacionada con “la Catrina”, personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos.
No hay fiesta que represente mejor la cosmología de nuestro país que está: El Día de Muertos; donde la música, la comida, los colores se acercan más a una fiesta que a alguna representación de dolor por la perdida de nuestros seres queridos. Y es admirada a nivel mundial… porque eso si, no hay otro país que “festeje” a la muerte como México.
Y siempre he creído que como mexicanos, deberíamos asistir a una de estas celebraciones mínimo una vez en nuestra vida. He tenido la fortuna de asistir a varias en diferentes lugares de este maravilloso país y tengo mi pequeño bouquet de estos lugares que me han puesto la piel de gallina y que podrían ser una excelente opción a visitar durante esas fechas.
Mixquic: Mi encuentro con la muerte luminosa
Visitar el DF es una experiencia única y como tal, si andas por mis tierras en dia de muertos el lugar a visitar es Mixquic donde se realiza un culto a la muerte significativo y asombroso, alrededor del Lago de Chalco. ¡¡Qué mejor escenario!! Asi que decidí formar parte de este viaje de luz hacia la muerte desde su inicio.
En Mixquic los altares se ponen en familia |
La luz no ha llegado aún cuando comienza el movimiento, familias enteras se trasladan al cementerio de San Andrés Mixquic; el color amarillo de la flor de cempasúchil, el guinda de las manos de león, el copal y el incienso, se unirán otra vez en las tumbas para cumplir cada uno de ellos, su misión… venerar a las ánimas que están entre nosotros. Para quienes hemos tenido la oportunidad de asistir a ese lugar, y debo reconocer que vi infinidad de turistas extranjeros; es una impresión maravillosa, vívida, llena de sensaciones… de hermandad. Sobre las tumbas también son colocados los alimentos y bebidas que eran de la predilección del difunto.
Las fiestas de muertos en Mixquic están llenas de símbolos y dicen que son de las fiestas más cercanas a nuestras raíces prehispánicas. Lo pagano y lo religioso se unen en este lugar cada Día de Muertos. Es conocido a nivel internacional y ha servido para que cineastas mexicanos y extranjeros lo filmen.
Una de las fiestas más especiales y enigmáticas que he visto y que bien vale la pena que visites.
Mis Tips
* Si quieres ver el Panteón lleno de velas el 1 de noviembre llega temprano porque se pone a full
* Ve abrigado... muy abrigado
* Lleva zapatos cómodos
* La gente le tiene un gran respeto a este evento... haz lo mismo
* Lleva equipo sencillo y no llames la atención
* Se discreto si tomas fotografías.
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